Mientras vivió su tío, el Obispo de Huesca Don Basilio, su sobrino permaneció con él en el palacio episcopal, en Barbastro y Huesca. A la muerte del tío, Don Saturnino se instala en una casa que había comprado unos años antes en la Plaza Nueva de Huesca (actualmente Plaza de Lizana). D. Saturnino la adquiere de D. Felipe Nasarre y Ortega, vecino de la Villa y Corte de Madrid y Gobernador civil de la provincia de Cáceres, inscribiéndose la titularidad a su favor el 29 de Mayo de 1870. Véase el protocolo notarial de compraventa.
El edificio que ha sido rehabilitado perteneció al Padre Saturnino López Novoa hasta su muerte. Fueron usufructuarios de la vivienda los miembros de "su familia". Desde 1880 la familia de D. Saturnino la componen la ama de llaves, Doña María Gómez Ayerbe (murió el 30 de noviembre de 1913), y también Doña Petronila Luguín y Don Francisco Terreu (muerto el 28 de febrero de 1901). En diciembre de 1882 el Padre Saturnino adopta al neonato Francisco Nicasio Oliván Palacín.

En ese momento la casa constaba de planta baja con corrales, cuadras, patios y jardín, cerrado todo de tapia y tres pisos, uno por planta. Se trataba de un edificio único, hoy los números 11 y 12, que aún siguen unidos con el mismo alero.

En su testamento, Don Saturnino nos dirá: No tengo otra propiedad que la casa, que compré con lo heredado de mis padres y la dejo para iglesias y beneficencia cuando sea vendida.

En mayo de 1923 sus albaceas la venden por 32.000 pesetas, entregando 20.000 reales a la catedral de Barbastro para el sostenimiento del culto. A partir de ese momento, la vivienda se divide y se comienza a hablar de dos edificios totalmente segregados con dos puertas independientes.

De la casa que D. Saturnino conoció se conserva el arco del portal, barandilla y mamperlanes de la escalera, puerta de entrada al piso que ocupaba él con su familia, llamador y placa de la Virgen del Carmen, vigas, balcones con sus baldosas, verjas, pilares y algunos tabiques y puertas de sus dependencias.

En los últimos años, antes de su rehabilitación por la Congregación, el edificio sufrió un proceso de degradación considerable que hizo peligrar su viabilidad, es decir, su demolición y transformación en nuevas viviendas.

Gracias al tenaz esfuerzo de la Congregación, se consigue rescatar la casa del Padre fundador  y se realiza un proyecto formidable de rehabilitación de dicho edificio, situado en la plaza Lizana n.º 12, para la creación de la “Casa del Fundador, Padre Saturnino López Novoa”.

Espacios de la casa museo

En la zona museográfica de la “Casa del Fundador” se diferencian dos tipos de espacios principales, unos destinados a recrear estancias de la época (en especial la vivienda del Padre Saturnino) y otros expositivos.

Encontramos las siguientes zonas de recreación:

• Planta baja: antigua panadería, bodega, lavadero y espacio para los animales.
• Planta primera: Casa del Padre Fundador, con su comedor, cocina, salas y dormitorios.
• Planta tercera: Homenaje a Santa Teresa Jornet Ibars, con la reproducción de comedor-cocina, el dormitorio de Madre Teresa y el dormitorio de las Hermanitas.

Encontramos las siguientes zonas expositivas (se incluye las salas de audiovisuales):

• Planta segunda: Exposición de documentos y piezas.
• Planta tercera: Trayectoria de la Congregación desde su fundación hasta la actualidad y fundación de la Congregación por el Padre Saturnino López Novoa y Santa Teresa Jornet Ibars.

Las zonas de recreación, en especial la vivienda del Padre Fundador, se han rehabilitado con materiales y acabados acordes con los tiempos en que vivió y con mobiliario de la época. La luz también ha sido una cuestión a tener en cuenta, para dotar a las estancias del carácter adecuado, se ha simulado la iluminación de los años en los que se originó la Congregación.

El espacio exterior ha quedado convertido en una zona ajardinada, que combina zonas verdes y pavimentadas con bancos para el descanso de los visitantes.

Para más información, lean los siguiente documentos anexos: